Datos personales - Centro Federado de Derecho - Unasam

Organización democrática de representación gremial de los estudiantes de la FDDCCPP - UNASAM. Tiene por finalidades realizar actividades que contribuyan a la mejora de la escuela promoviendo el trabajo conjunto y coordinado con los estudiantes de base, además de canalizar las inquietudes de estos a las autoridades, defender sus derechos y representarlos ante directivos y otros estamentos. La Junta Directiva que dirige el CENTRO FEDERADO cada año tiene como deber escuchar los lineamientos de bases para condicionar su accionar. Está compuesta por 5 secretarías, pero la autoridad máxima de decisión es la Asamblea General de Estudiantes.

jueves, 27 de mayo de 2010

El DIRECTOR DEL FMI en San Marcos

Augusto Álvarez Rodrich

alvarezrodrich@larepublica.com.pe

Los cambios sorprendentes de las últimas cuatro décadas.

Muchas cosas han cambiado en la economía peruana y mundial desde fines de los años setenta hasta ahora, y algunas son muy sorprendentes.

La cotización del dólar ya no sube sino que baja; ahora es mejor ahorrar en soles que en dólares; ya no hay cursos de ‘deuda externa’ en las universidades; la mayoría de economías de América Latina se maneja con más responsabilidad que varias europeas; y Alan García dejó de ser un troglodita económico que imprimía billetes y gastaba sin medida ni clemencia, ponía controles de precios, cuya hiperinflación era de 40% al mes, y quería estatizar bancos, para volverse converso fanático del mercado y garante principal de las inversiones frente a las amenazas heterodoxas que él antes encarnaba.

Pero tan sorprendente como todo eso será ver esta mañana al director gerente del FMI, el francés Dominique Strauss-Khan, en la Universidad de San Marcos para sostener un debate abierto con universitarios de distintas partes del país y de América Latina, quienes esta mañana plantearán sus inquietudes en una sesión en la que tendré el honor de ser moderador.

Quizá no lo sepan algunos de los jóvenes que asistirán hoy a la Casona de San Marcos, pero en los años setenta y ochenta, el FMI era, para la mayoría, un anatema, encarnaba el monstruo a combatir. Hasta Javier Silva Ruete declaró –en su condición de ministro de Economía– que la representante del FMI, Linda Koening, era persona non grata y debía abandonar el Perú.

Hoy ya no queda casi nada de eso. La influencia del FMI en la política económica del Perú es baja porque su ‘condicionalidad’ ya no es requerida como hace tres décadas, y el gobierno peruano hasta le otorga recursos para que los preste.

Este cambio ha sido consecuencia de muchos fracasos que enseñaron bastante a gobiernos como el peruano y al propio FMI, y los hicieron replantear visiones sobre la economía.

Al igual que muchas economías latinoamericanas que han dado un vuelco total en sus enfoques económicos, el FMI también anda en busca de un nuevo rol en el marco de una economía globalizada en donde las ideas predominantes han cambiado mucho aunque los problemas de fondo –como el de la pobreza extendida– todavía sigan estando al tope de la agenda pendiente en el Perú y en la región latinoamericana.

Esta mañana será una buena oportunidad para evaluar, en las respuestas de Strauss-Kahn a las inquietudes de los universitarios, cuánto ha cambiado el FMI. Pero ver a su director gerente entrando a la Universidad de San Marcos sin que los alumnos le tiren piedras, será, como cantaría Joaquín Sabina, como ver a Trotsky en Wall Street fumar la pipa de la paz, o presenciar a Lenin y Zsa Zsa Gabor cuando se casaban en New York.



sábado, 1 de mayo de 2010

1 mayo: ¿ sin nada celebrar?

hoy  se celebra el día del trabajador. Esta fecha llega sin que en el Perú haya logros en materia laboral que realmente podamos celebrar. Para muestra bastan dos ejemplos. En primer lugar, en el país el trabajo informal llega al 70% de la PEA, es decir, solo el 30% de los trabajadores peruanos recibe un sueldo fijo cada fin de mes y cuenta con derechos laborales. En segundo lugar, luego de diez años de discusión en el Consejo Nacional del Trabajo todavía no contamos con una Ley General del Trabajo que concilie los intereses empresariales con la debida protección a los trabajadores¹. Pero estos no son los únicos hechos que revelan la crisis del sistema laboral en el país. Veamos algunas alertas que el gobierno debería tomar en cuenta para que el próximo 1 de mayo tenga un significado distinto para los trabajadores peruanos.

Antes de presentar cifras, es necesario reflexionar acerca del nivel de despolitización que se observa en los trabajadores peruanos. Como señala el economista Raúl Mauro², “la empresa - el lugar donde históricamente se han forjado los líderes políticos y sociales - se ha llenado de una especie de anticonceptivo social que limita las posibilidades para que nazcan los futuros líderes del cambio social”. Este aspecto va de la mano con el sentimiento de desesperanza de los peruanos respecto de la política y de sus políticos.

 Como contraparte, tenemos un Estado que, especialmente a partir del autogolpe del 5 de abril de 1992, ha venido jugando a favor de los empresarios, dejando de lado la promoción del trabajo decente³. Según cita el sociólogo Enrique Fernández-Maldonado, el Perú es uno de los países con indicadores de trabajo digno más bajos en la región pues, pese al periodo de crecimiento experimentado entre 2002 y 2008, los índices de precariedad laboral y desigualdad económica se mantuvieron o crecieron. Asimismo, la cantidad de empleos estables (contratos indefinidos) decayó de 54% a 31% entre 1998 y 2007, mientras que el empleo temporal (a plazo fijo) aumentó de 46% a 69% en ese mismo periodo. Además, citando un estudio del también economista Julio Gamero, señala que el número de trabajadores sindicalizados entre el 2001 y 2005 habría experimentado una caída importante, pasando de 7.1% a 4.5% entre el 2007 y 2009 (hoy no superan las 100 mil afiliaciones).


No solo esto, las brechas salariales de acuerdo a las variables género y etnicidad persisten. En el Perú, un hombre percibe 19% más que una mujer, ambos con las mismas características. Mientras que un peruano de origen “blanco” percibe 21% más en términos salariales que una persona de origen étnico con el mismo género, edad y nivel de educación. Asimismo, sorprende que, en medio de la bonanza y optimismo macroeconómico, se soslayen temas como el alto porcentaje de trabajo infantil (42%), que no ha disminuido desde 1994.

En ese sentido, el actual modelo económico no ha podido hallar el camino para resolver no solo la precariedad laboral, sino las viejas disparidades sociales. Por esto, los universitarios exigimos que el actual gobierno se comprometa en realizar cambios de fondo en el sector laboral, que es una de las bases de un país democrático.

pie de pa

 ¹Enrique Fernández- Maldonado. “De la transición inconclusa a la tentación autoritaria. Una mirada desde el ámbito del trabajo”. Democracia sin piso: ¿Y los derechos laborales? Trabajo y Desarrollo. Revista Nº7, marzo 2007. PLADES.
²Raúl Mauro. “El salario mínimo, no es un tema mínimo”. Op.cit.
 ³El trabajo decente implica derechos laborales, oportunidades de empleo, protección y diálogo social. Fuente: ¿Qué es el trabajo decente? OIT, 2004.